El personaje de la semana

El personaje de la semana

Antonio Ostos Grao

Hoy hablamos con Antonio, que está muy dispuesto a responder unas cuantas preguntas acerca de su intensa vida. No damos crédito al facebook y cuando le vemos hacer un triatlón detrás de otro, la pregunta sale sola: “¿eso te cansa o te descansa?”.

Un ecijano que, además de sanitario, buen cofrade y padre ejemplar, ha llegado a ser un Ironman... ¿Cómo compaginas tantas cosas? ¿En qué consiste exactamente ser un triatleta?

Bueno… Tengo que deciros que cuando algo te gusta, es fácil llevarlo a cabo. Compaginar todo es complicado pero siempre se suele sacrificar por otras actividades de ocio que te gusten… Pero, sobre todo, es posible conseguirlo con el apoyo de toda tu familia.

¿Un triatleta…? (Sonrisa pícara) Es la persona que hace triatlón; esta prueba atlética consiste en la práctica deportiva de los tres deportes más duros de resistencia que existen. Nadamos; salimos del segmento de natación y cogemos la bici y, finalmente, se recorre un tramo de carrera a pie.

Vive en Écija y trabaja en Córdoba: ¿vas en bici y vuelves a pie o lo haces nadando? ¿Cuando estás de fuera, qué es lo que más echas de menos de nuestro pueblo?

(Risas) Vivo en Écija, pero ya no trabajo en Córdoba, desde 1998 hasta 2006 si que trabajé en Córdoba Hospital Universitario Reina Sofía, pero desde ese año trabajo en Palma del Rio, en Atención Primaria.

Mis desplazamientos a Palma del Río son en coche (de nuevo, risas).

Deciros que vivo en Écija y que, gracias a Dios, no he tenido que estar fuera mucho tiempo, por lo que no os puedo contestar a esa pregunta, pero imagino que echaría de menos todo…: me considero un gran ecijano, que disfruta con todas las tradiciones y costumbres del mismo.

Un ecijano de toda la vida: “Deciros que vivo

en Écija y que, gracias a Dios, no he tenido que estar

fuera mucho tiempo…”

¿Cómo empezó esta aventura de superación personal? ¿Merece la pena el sacrificio que exige el deporte de competición? ¿Cuántas horas dedicas a entrenar cada semana?marca.com®

Todo empezó como consecuencia de una lesión de espalda cuando practicaba atletismo. Tuve q asistir a varias sesiones de rehabilitación para fortalecer la musculatura de la espalda y allí me recomendaron natación, también por iniciativa propia me dediqué a coger la bici y hacer algo de ciclismo para no perder la forma física demasiado, y es ahí cuando empecé a sentir poco a poco la pasión por estos tres deportes.

Siempre que haces algo por afición y te lo tomas como la actividad que todos tenemos de ocio en nuestra vida, es fácil, siempre que el sacrificio que lleves a cabo sea de tu satisfacción personal.

Son muchas la horas que hay que dedicarle a este deporte, pero según el objetivo de la temporada y el rendimiento que quieras en la competición, pero os aseguro que muchas.

¿Llevas la cuenta del número de kilómetros que has corrido en tu vida? Aparte de re-correr y re-nadar media España, ¿en qué países has competido a lo largo de tu carrera?

Aunque desde el año 1986 lo tengo todo anotado, nunca he sumado los kilómetros, algún día lo haré y me sorprenderé de la cantidad.

Pues sí, gracias al triatlón me conozco toda España y, aunque he estado inscrito en pruebas internacionales, nunca he salido del territorio nacional, por una u otra causa, y casi todas ligadas a mis niños.

Tengo intenciones de salir a Alemania a intentar conseguir plaza para disputar el Campeonato del Mundo de Ironman en Hawai, pero quiero esperar un par de años más y hacerlo en otro grupo de edad.

¿Tu mujer y tus hijos te siguen en las competiciones?

Tengo mellizos con 13 años y una niña preciosa con 10: ellos tres, junto con mi mujer, me acompañan en casi todas las pruebas que pueden. Antonio, Nacho y Cristina practican tenis, pero sólo Cristina le gustaría hacer triatlón.

Son unos excelentes animadores (risas), sobre todo la pequeña.

¿Qué clase recuerdas con más agrado? ¿Has olvidado tus gamberradas en el instituto? O mejor… Cuéntanos una anécdota positiva que sirva de ejemplo.

(Asoma una sonrisa) De las que recuerde, y que mejor recuerdo guarde, por supuesto que las de Música con Esperanza Flores, aunque también recuerdo con agrado las clases de Don Joaquín Bravo, que en paz descanse.

Más que gamberradas, que fueron muchas, os voy a recordar una anécdota de la que recuerdo con claridad y que he contado algunas veces… Fue en clase de Biología con D. Joaquín: estábamos sentados Antonio Gálvez Beaterio y yo al final de la clase aguantando la risa por algo que no recuerdo bien, cuando de repente suena un ruido ensordecedor de un Señor PEO que con la risa se le escapó a Antonio… (¡grandes carcajadas!). ¡No paramos de reírnos todos los de la clase hasta que D. Joaquín logró poner paz!

En la guerra como en la guerra: “¡No paramos de reírnos todos los de la clase hasta que D. Joaquín logró poner paz!”

¿Cuál es el personaje histórico que más ha influido en tu vida? ¿Cuántas veces has visto la película Carros de Fuego?

Como la mayoría de los que vais a leer esta entrevista me conocéis, sabréis que soy cristiano, y que por ello el personaje histórico que más ha influido en mi vida es Jesucristo.

La película Carros de Fuego la he visto en un par de ocasiones.

¿Se han pasado rápido los treinta años transcurridos desde que saliste del instituto? ¿Qué te queda aún por hacer, en el terreno deportivo y en otros ámbitos de tu vida personal?

En el terreno deportivo, como antes os he comentado, quiero intentar llegar a correr el Ironman de Hawai, que es la cuna del triatlón.

En otros ámbitos de la vida, quiero retomar varias actividades que por una u otras causas dejé aparcadas a un lado por los entrenamientos.

El deporte se ha convertido en algo más que un deporte…: “Quiero intentar llegar a correr el Ironman de Hawai, que es la cuna del triatlón”

¿Qué esperas de la reunión que tendremos los compañeros de promoción el próximo 5 de octubre?

Deciros que no voy a poder asistir por tener que ir a Málaga a disputar la última prueba del Circuito Andaluz, en el que voy muy bien clasificado un año más y que coincide con el día de la reunión.

Me acordaré mucho de vosotros durante la prueba, y espero que disfrutéis del acto.

Si te pidiera un brindis, o un deseo que llevas muy metido en tu corazón, ¿qué me dirías?

Brindar siempre por la salud de todos nuestros seres queridos, y aprovecho esta oportunidad que me dais para desearos un feliz acto y que la crisis que tenemos encima vaya desapareciendo con rapidez. Un gran abrazo a todos.